Cada mañana abres el correo y ahí están, decenas de correos ofreciéndote consejos, ofertas, descuentos, peticiones, recomendaciones… La abundancia de correo hace que los ISP (Gmail, Hotmail, Yahoo…) quieran proteger a su usuario del correo intrusivo, malicioso y abusivo. ¿Cómo? Archivando su correo según la calidad que establece atendiendo a una serie de factores.
El primer factor que tienes que tener en cuenta para que tus boletines o newsletters no acaben en la basura es entender que los ISP no están para ti, tú no eres su cliente, es el usuario al que quieres llegar.
E-mail marketing frente al e-mail masivo
El e-mail masivo es el que abusa de la frecuencia, sin aportar utilidad ni tener en cuenta los gustos y preferencias del suscriptor. Esta clase de e-mails suelen ser bloqueados directamente por el servidor de correo. Frente al abuso, el e-mail marketing busca aportar valor, conseguir llegar al suscriptor de forma natural, sin abusar de envíos ni engañar al lector (al menos de forma evidente, claro)
En este artículo te contamos 7 claves para evitar que tus boletines acaben en spam. Apuesta por el e-mail marketing y llega a tu suscriptor.
1. Cuida la frecuencia de los envíos.
Entre 6 y 10 envíos mensuales sería una frecuencia adecuada. Evita reenviar el mismo correo porque sólo conseguirás que el suscriptor se dé de baja de tu newsletter.
2. Segmenta tus suscriptores.
Cada persona tienes sus gustos o preferencias. Además, según tu estrategia de marketing, puedes determinar la segmentación por objetivos: Potenciales clientes, clientes satisfechos, clientes de Madrid… De esta manera, podrás realizar más envíos, sin ser intrusivo.
3. Aporta contenidos útiles para cada grupo de suscriptores.
Si quieres vender algo, que sea con un valor añadido. Nadie abre un correo con un asunto: “Compra el producto X” pero puedes llegar a su bandeja de entrada con: “Conjunto chic para este otoño”, por ejemplo. Si tienes tu listado de suscriptores segmentado por gustos, podrás personalizar varios boletines, aportando un consejo, antes de ir directamente a la venta u oferta pura y dura.
4. Marketing relacional para personalizar el envío.
Una pantalla es muy impersonal, el usuario está cansado de correos comerciales, pero la tasa de apertura de tu boletín incrementará notablemente si personalizamos el asunto, con su nombre. Los gestores tipo MailChimp o MailRelay permite añadir un campo [nombre] siempre y cuando hayamos importado los correos con ese campo.
5. Cuidado con el asunto.
Ni mayúsculas ni caracteres raros. Evita términos como Oferta, gratis, promoción, exclusiva… El truco de un buen asunto es que suscite el interés. La longitud del asunto puede ser breve y directa (aportando valor, claro) o más larga y explicativa.
6. Un diseño equilibrado.
Un buen boletín debe contener: una cabecera corporativa, con el logotipo de la empresa y el título del boletín, una zona de cuerpo, donde colocar imágenes y texto en proporción adecuada y una zona de pie, identificatoria también, con vínculos a redes sociales, botones Call to Action, que motiven a la acción y con el indispensable y obligatorio enlace para darse de baja.
7. El correo es un medio, no un fin.
La estrategia está detrás del correo. Puedes buscar conseguir clientes, pero el correo será el vehículo comunicador, que a través de un diseño atractivo consiga el clic a tu página web o landing page de aterrizaje, donde se materializará la compra, la suscripción, la consulta, etc.
Si quieres que tus boletines o newsletter tengan éxito sigue unas pautas, programa y analiza. El análisis de resultados te ayudará a mejorar y a conocer a tus suscriptores, para que cada envío sea mejor, aporte más valor y obtengas mejores resultados.
