El uso del dinero móvil se ha disparado en el 2017, según refleja el estudio anual de Visa Pagos Digitales 2017. Esta tendencia revela que los consumidores se sienten más seguros para realizar transferencias, pagos o consultas a través de sus dispositivos móviles.
La banca online por fin se ha instaurado en la mentalidad española. El último informe de Visa Pagos Digitales 2017 ha revelado que el 70% de los españoles utilizan la banca móvil en su día a día, situando a España por encima de la media de los países del oeste de Europa (72%).
El 62% de europeos y 63% de españoles consulta su saldo a través de la aplicación bancaria. Hemos pasado del 19% en 2015 al 62%, una cifra en crecimiento continuado.
El 83% de consumidores españoles han utilizado para sus operaciones digitales una cartera digital, como por ejemplo PayPal, un sistema de intermediación de pago que le hace más seguro para el comprador.
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Banca móvil y compras «mobile»
Las mejoras tecnológicas en los smartphone, las aplicaciones móviles, cada vez más seguras y la propia concienciación de los bancos, introduciendo sistemas de seguridad y cifrado, se perfilan como los principales factores de la confianza en la banca móvil. Según el estudio mencionado, el 52% de los españoles ya compran online a través de su smartphone y el 42% ya utilizan el móvil o la tablet para transferencias o envíos de dinero.
Los Millennials son los usuarios del dinero móvil
Por edades, los Millennials se sitúan a la cabeza del mundo móvil, el 86% de entre 18 y 34 años se autodefinen como “usuarios del dinero móvil”, el mismo porcentaje que el conjunto de los europeos.
¿A quién dejamos los datos de nuestra tarjeta?
A pesar de que la percepción de seguridad para operar con el móvil con datos biométricos como elemento de cifrado y acceso es bastante alta, del 87%, los consumidores son reacios a dejar su información más sensible en redes sociales. El 53% muestran sentirse incómodos compartiendo esta clase de datos a través de sus redes más habituales. Mientras que en las redes sociales el consumidor no duda en compartir su vida privada, en cuanto a los datos bancarios o personales (e-mail, teléfono…) sólo la aplicación de la banca (40%) o las propias administraciones públicas (37%) son destinatarios fiables, por detrás por supuesto que la familia, con un confiado 47%.